El día de ayer, después de 3 años de la muerte de mi madre, llevé sus cenizas a un nicho donde descansan los restos de su mamá y de su hermana. Y sí, todo este tiempo estuvieron en mi casa. Mientras hacían el depósito de las cenizas, solo podía pensar obsesivamente: “¿Por qué?, ¿por qué esperé tanto tiempo para hacer esto?, ¿en qué momento pasaron 3 años?”.

Podría hacer una lista infinita de pretextos: No tenía la documentación necesaria, no tenía tiempo por el trabajo, mis hermanos no querían, no teníamos el dinero para hacerlo, el tedio de todo el proceso burocrático para poder hacer el depósito, etc. Pero la realidad, es que en todo ese tiempo no encontré la fuerza ni el valor para hacerlo. No podía hacerlo… no me sentía preparado.

Al encontrarme solo en el lugar frente al nicho, y una vez depositadas las cenizas, se abrió el grifo de mi alma. La persona encargada de abrir el nicho, se tomó el tiempo de hacer una pequeña ceremonia y leer un poema en memoria de mi madre. Comencé a llorar como hace mucho no lo hacía, pero era un llanto lleno de emoción y de cosas bonitas, un llanto multicolor que anunciaba el final de una etapa de mi vida. En ese momento, vi de frente nuevamente a mi gran maestra: la muerte. En esta ocasión venía a ayudarme a reflexionar… mientras estaba ahí parado me podía imaginar escribiendo esto.

Mi mamá siempre había querido estar ahí junto a su familia y yo tuve la fortuna de poder cumplir su último deseo. En vida, fue uno de sus lugares seguros y favoritos, pasaba horas decorándolo y todo el tiempo me pedía que la llevara a visitar a su familia. El nicho esta decorado con fotos de mis tías, de mi abuela, de mi padre y ahora con una foto de mi madre.

Mi edad, mi inmadurez y mi falta de sensibilidad no me permitían alcanzar a ver la importancia de estas visitas, yo siempre le refutaba diciendo que mi tía y mi abuela estaban en todas partes (aún lo sigo creyendo) y que ese lugar no significaba algo especial… vaya que estaba equivocado. Desde que publiqué mi primer libro, la vida laboral se ha multiplicado exponencialmente y he podido conocer a muchas personas que están atravesando diferentes duelos, hablando con ellos y tras esta experiencia, me puedo dar cuenta de la importancia que tienen los rituales y los lugares como los cementerios, mausoleos y nichos.

Los rituales y los lugares son importantes para nosotros los vivos, no tanto para los muertos. Son nuestro lugar seguro, son la conexión con el más allá. Representan un puente y un lazo de esperanza… la esperanza de poder comunicarnos con todos aquellos que amamos y que añoramos tanto volver a ver. Este tipo de lugares y rituales nos permiten sobrevivir, nos permiten ir por la vida, un poco más ligeros y le dan paz a nuestra alma.

Te quiero compartir una imagen del nicho donde hoy descansa mi madre porque pienso que es la cosa más hermosa que he visto en mi vida. Intenté no mover muchas cosas para que pudiera seguir adornado como la última vez que ella lo decoró en vida para su mamá y su hermana. Se puede ver y oler el amor en cada detalle, se puede sentir la vida  y la esperanza en cada uno de los adornos, se pueden escuchar los gritos de añoranza y el deseo de un nuevo mañana.

Hoy entiendo la magia de este lugar, y me arrepiento de no haber entendido lo que mi mamá, en vida, intentaba explicarme cuando me hablaba de él y cuando lo decoraba con tanto amor. Hoy te invito a que te des cuenta que puedes hacer muchas cosas por tus muertos, que hay muchas maneras de comunicarte con ellos y expresarles tu amor, hay rituales y lugares que te permitirán sentirlos más cerca.

No te quedes con las ganas, encuentra ese lugar e inventa tus propios rituales. Platica con ellos, siéntelos junto a ti y pídeles ayuda para luchar por tus sueños y metas, hazlos parte de tu vida y vive junto a ellos. Y así como podemos hacerlo con nuestros muertos, hazlo con tus vivos también. Vivamos mientras podamos, disfrutemos la vida al máximo… porque no existe nada más jodidamente épico que eso.

6 comentarios

  1. Siempre que escribes me haces sonreír, cuando vi que habías puesto la foto no estaba segura de querer ver pero lo primero que vi fueron mis hermosos sillones y los divertidos y encantadores muñequitos, luego vi las fotos de tu hermosa familia, que hermoso nicho! Y que hermosas palabras las tuyas, naciste para ayudar y sin duda para escribir, tienes en cada frase y en cada palabra la fórmula de la luz para sanar el alma, que grandioso leerte, gracias por existir porque me traes noticias de mi y eso que me dices me ayuda a creer nuevamente en que vale la pena vivir intensamente.

  2. Hola!!!
    A decir verdad lo leí desde el día de ayer me quedé consternada pensando en mis padres, el único ritual que se podría decir que he echo fue el año pasado la ofrenda del día de muertos, mi madre tiene toda una vida que falleció, mi padre apenas un año, y jamás había puesto una ofrenda en forma, fue una experiencia muy hermosa y emotiva, fue una mezcla de nostalgia y tristeza.. Pues aún duele y siempre van a doler, pero ya no duele desde el abandono o del sufrimiento…
    Ese lugar tan íntimo que nos compartes se agradece no encuentro las palabras para describir mi sentir es un escenario mágico…
    Nuevamente mil gracias por estar y a mi linda estrella por haberte puesto en mi camino cuando mi mundo se me vino abajo…

    1. Gracias a ti por permitirme ser parte de tu proceso, estoy muy orgulloso de verte crecer y cumplir tus metas y objetivos. ¡A vivir y disfrutar la vida!

  3. Que hermosas palabras, siempre estarán en nuestros corazones ♥️ pero el hecho de tener ese pequeño lugar es una forma de darles las gracias por tanto amor!!

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